lunes, 4 de abril de 2011

La poda del arce. Particularidades.

Durante el invierno, cuando el arce todavía está durmiendo, se puede realizar sin peligro una poda selectiva de ramas.

Hay dos razones principales para podar durante este período: que se puede ver con toda claridad la completa estructura de las ramas;  y que el árbol sangrará mucho menos, puesto que se encuentra en su fase de reposo.

Después de un año de crecimiento, el arce habrá producido una gran cantidad de ramas nuevas. Es posible que, además de las nuevas ramas secundarias nacidas en las principales que dejamos el año anterior, hayan brotado otras ramas directamente desde el tronco.

Si estas ramas sirven para rellenar un espacio excesivamente abierto, se conservarán. En caso contrario se podarán a ras del tronco y se sellará el tronco con una buena pasta selladora.
Cuando acortamos una rama de las ya existentes, hay que tener la prudencia  de dejar un trocito de muñón por encima del último brote que conservemos, ya que el arce tiende a secar ramas cerca de las heridas. De esta manera, aseguraremos la conservación de los brotes elegidos, aunque seque algo la rama podada.



La herramienta correcta a utilizar es la podadora cóncava o kuikiri.




Si se poda una rama gruesa durante el período de crecimiento, puede que la aplicación de la pasta selladora no sea capaz de detener la pérdida de savia. Si es sólo una rama importante la que se ha podado fuera de la estación correcta, probablemente el árbol no morirá, pero es posible que una parte de él se seque. Y, por supuesto, si son varias ramas importantes las que se podan fuera de época, se correría el riesgo serio de perder el arce por completo.

Por lo tanto, es muy recomendable realizar la poda de ramas dentro del invierno, tanto de los palmatum como de los buergerianum, aunque estos últimos son muy fuertes y tienen muchas más posibilidades de sobrevivir.

Mediante la poda de las ramas es posible conseguir una copa con ramas muy delicadas, sin tener que utilizar alambre para controlar la dirección de las mismas.
Las yemas de los arces aparecen en parejas, una a cada lado de la rama. Mediante la selección de yemas y la poda apropiada de ramas, la nueva brotación seguirá la dirección que apunta la yema elegida.
La nueva brotación no debe dirigirse ni hacia arriba ni habia abajo, sino en un plano horizontal, bien hacia la izquierda o hacia la derecha, según dicte la formación estructural de la rama en cuestión.
En un buen plano controlado por la dirección de la rama principal, las ramas secundarias y terciarias no deben cruzarse, sino formar una recta y completa red horizontal.
Tendremos siempre en cuenta que las ramas altas serán más cortas y tendrán más densidad de yemas que las ramas más bajas. Esta densidad de yemas se consigue mediante una poda más concentrada, dejando menos distancia entre cada par de yemas, con una poda o pinzado más frecuente que en la parte baja del árbol.

1 comentario:

  1. HOLA. GRACIAS POR SUS CONSEJOS.
    TENGO UN ARCE PEQUEÑO TODAVIA EN EL JARDIN. SE ESTA DESARROLLANDO MUY BIEN, NO LE HE VISTO NINGUNA PLAGA Y SU COLOR ES BONITO, TODAVIA EL TRONCO ES DELGADO APROX. 2CM DE DIAMETRO CERCA DE SU BASE. EL VERANO PASADO LE BROTARON RAMAS MUY LARGAS EN LA COPA SIN DIRECCION, NO LO HACEN MUY ESTETICO, PERO EL ARBOL SE VE MUY SANO. MI PREGUNTA ES. ES CONVENIENTE PODARLO EN ESTE INVIERNO Y LO DEJAMOS QUE CREZCA UN POCO MAS? EL TRONCO ENGROSE PARA ASEGURAR QUE NO SE DAÑE.GRACIAS POR SU TIEMPO Y LES AGRADECERIA EL COMENTARIO

    ResponderEliminar