jueves, 31 de marzo de 2011

Primeros pasos: Un prebonsai de arce con material de vivero

En la actualidad, en cualquier vivero puede encontrarse un arce joven con el que comenzar una colección de bonsai.
Lo idóneo es elegir un ejemplar de 20 a 30 cm. de altura, con una amplia estructura de ramas y, a ser posible, con alguna rama baja en el tercio inferior. Como con cualquier árbol, si lo observamos desde todos los ángulos veremos que un lado resulta particularmente más interesante que los demás. Así fijaremos el frente, que determinará el diseño de nuestro prebonsai.
Para lograr una buena combinación de frente y nebari (raíces superficiales), que dará estabilidad al conjunto, habrá que examinar el nacimiento de las raíces principales de la base del tronco. Para ello hay que limpiar la tierra que rodea al tronco y averiguar qué distribución de raíces presenta.

Un nacimiento adecuado constituiría tener raices principales a la misma altura radiando de la base del tronco. La distribución ideal sería aquellas en que naciesen a ambos lados del tronco, visto desde el frente elegido, pero no en una simetría perfecta, sino de forma natural, evitando una distribución geométrica de las raíces.
Con el frente, pues, ya definido, se procede a investigar la estructura del cepellón de raíces. Una planta joven de vivero no habrá recibido ningún tipo de entrenamiento, así que el cepellón estará totalmente desorganizado. Las raíces estarán enrolladas dentro de su maceta de plástico y habrá un número alto de raíces gruesas que no nos sirven.
Lo que tenemos que hacer es volver a construir de nuevo el cepellón para poder formar un sistema radical fino y fibroso, que además es la base para lograr una fina estructura de ramas. Con mucho cuidado se efectúa el peinado de las raíces para distribuir el cepellón de forma radial y en un plano horizontal. Si existe una cantidad apreciable de finas raíces que alimenten al árbol, pueden podarse hasta las dos terceras partes de su longitud total. Esta actividad se realiza cuando se aprecian signos de actividad en el árbol y las puntas de las hojas empiezan a emerger de ellas.
Si no hay muchas raíces finas, sino una serie de raíces gruesas, la operación de poda de raíces no puede ser tan completa. En este caso, solamente será posible efectuar una ligera poda de estas raíces gruesas. Para completar la estructuración de un nuevo cepellón serán necesarios varios años, podando cada año más raíces gruesas a medida que vayan apareciendo más raíces finas.
Para iniciar el modelado de la estructura aérea es indispensable poseer un diseño mental del aspecto más o menos final del árbol. Si no se está seguro del diseño que se quiere, lo más fácil es recurrir a los libros y foros de bonsai, al visionado de fotos, etc. y, una vez elegida la forma básica de modelado que nos gusta y que potencialmente puede adaptarse a la forma y ramas de nuestro árbol, realizar un dibujo y utilizarlo como guía durante esta fase inicial de poda de las ramas.
Antes de efectuar el primer corte, hay que tener en cuenta el estado de las raíces, y el corte que les hemos efectuado. Si el árbol no posee un cepellón de raíces denso y fino, no es conveniente realizar una poda fuerte de ramas. Así que, probablemente, no será posible más que una limpieza de aquellas ramas demasiado largas y de las que sobran, sin cambiar demasiado el aspecto general. El trabajo grueso de ramas tendrá que esperar al menos al siguiente año de entrenamiento.

Ahora bien, lo que se puede hacer al principio de este primer año es reducir la longitud general de todas las ramas elegidas como estructura base de nuestro diseño. Es importante considerar no solamente las ramas laterales del bonsai, sino también permitir la existencia de ramas en la parte posterior y anterior, pues son las que le dan una sensación de volumen, de profundidad. No deben salir directamente hacia atrás o hacia delante, sino hacerlo con cierta inclinación hacia la izquierda o hacia la derecha.

Finalmente el mismo árbol se inclinará levemente hacia delante.

He tratado en estas líneas de facilitar al nuevo aficionado a los bonsais unas pautas muy generales para iniciarse con un material barato y comenzar con unas tareas sencillas y sin complicaciones.

Estas pequeñas directrices no hacen un bonsai, pero permiten, con poco riesgo económico, avanzar en los conocimientos sobre el tema lo suficiente como para, en un futuro, aprender a cultivar y formar verdaderos bonsais.

3 comentarios:

  1. no entendí un culo, o bueno si entendí un poquito

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  2. Me parece bien ahora ya me animo a iniciar Gracias!!

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  3. MUCHAS GRACIAS POR LA AYUDA! Ahora voy con menos miedo...;)

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