miércoles, 27 de abril de 2011

Benerva (tiamina)

La vitamina B1, o tiamina , pertenece al complejo de la vitamina B. Fue la primera descubierta en 1911 , por lo que a veces se nombra sencillamente como vitamina B.

Las vitaminas son compuestos orgánicos necesarios para la realización del metabolismo normal de ciertos organismos vivos, asemejándose a las enzimas u hormonas, que el organismo necesita en cantidades relativamente mínimas para su normal crecimiento y desarrollo.

En condiciones normales, es decir, en la planta completa, la Tiamina (B1, en la imagen anterior)se sintetiza en las hojas y se traslada a las raíces. En solución de cultivo, se aceleraba el crecimiento de las raíces añadiéndoles Biotina y Tiamina (B1); sin embargo, hoy se sabe que la Biotina se sintetiza en las raíces, por lo cual el aporte simplemente de tiamina ya acelera por sí mismo el crecimiento de éstas.

La Tiamina es un agente estimulante del crecimiento de las yemas de las plantas, comportándose de forma similar a las auxinas (que son hormonas), es decir, provocan la brotación.

Las auxinas son un grupo de fitohormonas que funcionan como reguladoras del crecimiento vegetal. Esencialmente provocan la elongación de las células. Se sintetizan en las regiones meristemáticas del ápice de los tallos y se desplazan desde allí hacia otras zonas de la planta, principalmente hacia la base.

La comercialización  que considero más útil de la tiamina es Benerva, en ampollas de 1 ml., que contiene como principio activo tiamina (100 mg.). Yo la aplico sobre todo tras un trasplante, o si veo que en una zona determinada ciertas ramas de un bonsai brotan con menos fuerza que en el resto, y puede necesitar ayuda para crear raíces.

La aplico en la dosis de una ampolla por litro y medio de agua de riego, en tierra. La última vez que la adquirí, este invierno, me costó menos de 2 euros creo recordar (6 ampollas) así que, realmente, no es una alta inversión.

Siempre se puede pensar que podría ser que el árbol hubiera evolucionado igual sin la adición de Benerva pero, al fin y al cabo, ésta es una idea que puede suponerse a todo lo que aplicamos a nuestros bonsais y, en principio, como hemos visto, la aplicación de tiamina a las raíces sí tiene una base científica.

miércoles, 13 de abril de 2011

¿Qué le pasa a mi arce?

En principio, con una situación, abonado y cuidados diarios apropiados, que se han descrito en otros apartados, el arce no tiene más problemas de cultivo que otras especies. Sin embargo, a menudo encontramos problemas, de los cuales observamos sólo los síntomas, y es importante reaccionar ante estos síntomas a tiempo, bien cambiando las circunstancias en que lo estamos cultivando o bien aplicando el tratamiento adecuado.

Veamos los síntomas y sus posibles (aunque no únicas, ahí habría que revisar la historia de cada árbol en particular) causas:

Cuando el arce presenta hojas de color amarronado, con los bordes secos, puede deberse a poco riego (o sustrato inadecuado que no permite que el agua llegue adecuadamente), o bien a un exceso de insolación. Por tanto deberemos revisar el sustrato, regarlo más a menudo, o bien ponerlo en una situación de semisombra, como hemos comentado en otros artículos que es más acertado para la especie.



Si observamos que las hojas tienen un moteado amarillo, debemos contemplar la posibilidad de la existencia de araña roja. Posteriormente, las hojas se abarquillan, llegando incluso a secarse totalmente y caerse.
Estos arácnidos diminutos pueden verse si se observa con atención, o bien utilizando el truco de sacudir alguna rama sobre una hoja blanca de papel. Igualmente en ocasiones pueden observarse las diminutas telarañas que tejen en el envés de las hojas, pero el hecho de que no las veamos no quiere decir que no existan.
Como el ambiente cálido y seco favorece a la araña roja, la pulverización puede ser un paliativo.
Podemos mantener a raya a la araña roja con los tratamientos de invierno a base de aceites minerales, pero una vez que ya ha aparecido deberemos utilizar como remedio tratamientos específicos contra ella, como el Keltane u otros acaricidas como Azinfos, Binapacril, Carbofenotion, Dinocap, Fosalone, Metoato, etc. 

También existen remedios ecológicos contra la araña roja: Así, tiene sus depredadores naturales, pero no controlan la plaga totalmente. Amblyseius californicus come huevos, larvas y adultos de Ácaros. Existen a la venta preparados con estos depredadores para soltarlos dentro de invernaderos. Esto se está haciendo en explotaciones comerciales, pero a nivel de aficionado que tiene uno o varios árboles afectados no es una solución práctica.

Cuando el arce presenta brotes largos y débiles puede deberse a exceso de riego o falta de luz. A menudo sucede si se cultiva en interior, lo cual no es habitual (y desde luego nada aconsejable) en los bonsais. Es importante que estén al aire libre, en una situación adecuada según las pautas que hemos visto en otras ocasiones.

La existencia de pulgón es fácil de detectar, porque se ven bien a simple vista y los aficionados a bonsais "remiramos" mucho nuestros arbolitos, sobre todo en la época de brotación. El pulgón es un insecto a veces negro y otras verde, que se suele ver en el envés de las hojas y el tallo, a menudo en los brotes tiernos. El crecimiento del arce en el caso de sufrir esta plaga se observa además lánguido y retorcido. No se os ocurra echar cualquier remedio casero que haya servido para vuestras plantas de jardín o incluso para otros bonsais, como el agua jabonosa. Os lo digo por experiencia, las hojas del arce son demasiado delicadas y se queman con facilidad.
La presencia de hormigas cerca del arce puede ser igualmente un primer aviso para que busquemos el pulgón en nuestros árboles. Las hormigas "ordeñan" y pastorean los pulgones, incluso los trasladan a nuevos "pastos". Aunque el pulgón tiene depredadores naturales, como la mariquita o la avispa, su uso para el aficionado al bonsai no es un consejo muy realista. Deberemos utilizar un insecticida, como folithion.

Si encontramos en las hojas manchas marrones con aureola rojiza,  estaremos  alerta porque es probable la existencia de hongos, contra los cuales utilizaremos un fungicida sistémico. Este tipo de tratamiento (sistémico), a diferencia de los tratamientos de contacto, Son absorbidos a través de las hojas y de las raíces y se movilizan por toda la planta, y  afectan además a varias etapas de la vida del hongo.

Otro síntoma que podemos encontrar en los arces, sobre todo en los que tienen un hábito de crecimiento corto como el palmatum shishigashira, o un estilo más propicio para ello, como el escoba, es la muerte de hojas y ramas interiores, a las que no llega bien la luz. En este caso, realizaremos una poda de aclarado y le daremos unas horas de sol (a poder ser matutino) durante una temporada,  hasta su recuperación.

domingo, 10 de abril de 2011

Desde un arce del jardín

Este artículo de bonsai4me me pareció interesante. Lo he traducido de esta página.

"Este bonsai de arce palmatum inició su andadura con un acodo aéreo de uno de mi jardín. En el momento en que se tomó esta foto el tronco tenía centímetro y medio de diámetro.
El plantón resultante se trasplantó solo, sobre una baldosa, para asegurar un cepellón plano y un buen nebari (raíces superficiales).
Así, se dejó crecer libremente en el suelo durante 4-5 años para que el tronco engrosara.







La imagen de la izquierda muestra el árbol sólo 3 años más tarde, durante el verano de 2005.  Se dejó crecer libremente todas las temporadas de cultivo, para estimular el rápido engrosamiento del tronco, podándolo cada otoño para que el resultado del tronco fuera adecuado.












Una imagen de cerca  durante el verano de  2006. Varios brotes que han surgido se dejaron crecer, para el diseño final:  mientras que algunos de ellos servirían para propiciar el engrosamiento del tronco, otros sí formarían parte del diseño final del árbol.










En otoño de 2007 el árbol se  sacó finalmente de la tierra, realizándole una poda severa para reconstruir el diseño de la totalidad de las ramas. El árbol se trasplantó primero en una maceta de entrenamiento negra de gran tamaño para, finalmente, trasplantarse a maceta de bonsai a principios de 2009.













Las nuevas ramas se han desarrollado en las últimas cuatro temporadas. Cada año se permitió crecer libremente a las nuevas brotaciones, para ser podadas y alambradas cada otoño, dándoles así forma. De esta forma se asegura su adecuada conicidad.
Se seleccionaron cada año los brotes con internudos cortos, para fomentar la máxima ramificacion en el mínimo espacio.






 La apariencia del nebari ha seguido siendo mejorada desde que se trasplantó a maceta de bonsai. La imagen de la izquierda lo muestra en 2007, justo después de que se realizara un injerto en la base para llenar un vacío de raíces existente en el nebari.

La siguiente imagen muestra el nebari en diciembre de 2010, con el injerto ya consolidado en su posicion. Se ha realizado un total de 5 injertos en la base de este bonsai para lograr su nebari actual.







Una imagen del tronco y la estructura de las ramas. El color verde de la corteza inmadura del acer palmatum puede tardar más de diez años en desaparecer, por lo cual se desgastó suavemente la corteza verde dos veces al año con lija, fomentando así la aparición de la corteza madura.








El resultado final es este bonsai de arce palmatum de 55 cm. de altura  y diámetro del tronco por encima de la base de 6 cm, con una superficie de nebari de 25 cm."


Traducido de: 


lunes, 4 de abril de 2011

La poda del arce. Particularidades.

Durante el invierno, cuando el arce todavía está durmiendo, se puede realizar sin peligro una poda selectiva de ramas.

Hay dos razones principales para podar durante este período: que se puede ver con toda claridad la completa estructura de las ramas;  y que el árbol sangrará mucho menos, puesto que se encuentra en su fase de reposo.

Después de un año de crecimiento, el arce habrá producido una gran cantidad de ramas nuevas. Es posible que, además de las nuevas ramas secundarias nacidas en las principales que dejamos el año anterior, hayan brotado otras ramas directamente desde el tronco.

Si estas ramas sirven para rellenar un espacio excesivamente abierto, se conservarán. En caso contrario se podarán a ras del tronco y se sellará el tronco con una buena pasta selladora.
Cuando acortamos una rama de las ya existentes, hay que tener la prudencia  de dejar un trocito de muñón por encima del último brote que conservemos, ya que el arce tiende a secar ramas cerca de las heridas. De esta manera, aseguraremos la conservación de los brotes elegidos, aunque seque algo la rama podada.



La herramienta correcta a utilizar es la podadora cóncava o kuikiri.




Si se poda una rama gruesa durante el período de crecimiento, puede que la aplicación de la pasta selladora no sea capaz de detener la pérdida de savia. Si es sólo una rama importante la que se ha podado fuera de la estación correcta, probablemente el árbol no morirá, pero es posible que una parte de él se seque. Y, por supuesto, si son varias ramas importantes las que se podan fuera de época, se correría el riesgo serio de perder el arce por completo.

Por lo tanto, es muy recomendable realizar la poda de ramas dentro del invierno, tanto de los palmatum como de los buergerianum, aunque estos últimos son muy fuertes y tienen muchas más posibilidades de sobrevivir.

Mediante la poda de las ramas es posible conseguir una copa con ramas muy delicadas, sin tener que utilizar alambre para controlar la dirección de las mismas.
Las yemas de los arces aparecen en parejas, una a cada lado de la rama. Mediante la selección de yemas y la poda apropiada de ramas, la nueva brotación seguirá la dirección que apunta la yema elegida.
La nueva brotación no debe dirigirse ni hacia arriba ni habia abajo, sino en un plano horizontal, bien hacia la izquierda o hacia la derecha, según dicte la formación estructural de la rama en cuestión.
En un buen plano controlado por la dirección de la rama principal, las ramas secundarias y terciarias no deben cruzarse, sino formar una recta y completa red horizontal.
Tendremos siempre en cuenta que las ramas altas serán más cortas y tendrán más densidad de yemas que las ramas más bajas. Esta densidad de yemas se consigue mediante una poda más concentrada, dejando menos distancia entre cada par de yemas, con una poda o pinzado más frecuente que en la parte baja del árbol.

domingo, 3 de abril de 2011

Exposición de bonsais de Cosmocaixa, 2 y 3 de abril

Organizada por la Asociación de Bonsai de Alcobendas,  con pocos pero muy conseguidos ejemplares, ha resultado una exposición que merecía la pena ver.
Solamente pude asistir hoy, con lo cual me perdí la demostración de formación de una sabina yamadori, cuyo trasplante se ha efectuado esta mañana, de la mano de Juan José Bueno, asistido por Miguel Ángel Pérez Caballero.
El trasplante, sencillo pero bien explicado, ha sido un rato agradable en el que Juanjo ha contestado con claridad y sencillez a nuestras preguntas.
La sabina, en estilo literati, se ha modelado con un resultado con bastante futuro. Pero evidentemente, han sido los arces el objetivo de mis miradas. Aunque reconozco que las posibilidades de modelado de las coníferas, han llegado hoy a tentarme... casi.
Hemos tenido en la exposición cuatro arces palmatum y un buergerianum.
Este bosque de diferentes variedades de palmatum, que ha sido el primer premio de la expo, resultaba espectacular por su colorido. Y probablemente lo resulte en todas las estaciones con hoja:


En fotografía pierde un poco, pues no se aprecia tanto contraste de color, ni la hoja tan pequeña que algunos de los ejemplares presentaban. El hábito de crecimiento del shishigashira (el arce verde) , más compacto, ofrecía otro punto de contraste que añadía aún más interés a la composición.

El segundo premio fue para este arce palmatum Orange Dream , propiedad de Luis Vallejo, con unas masas de follaje muy bien definidas.



Este arce de varios troncos es propiedad de Juan José Bueno. Buen ejemplar, pero quizá lo más llamativo es el kusamono, que no se aprecia bien, pero se encuentra plantado en una lata oxidada.




Este era el último bonsai de arce palmatum de la exposición, como véis todos los palmatum ya muy brotados, lo cual me llamó la atención pues algunos de los míos están comenzando ahora. Y también por el estado de la brotación del quinto arce de la exposición: este arce buergerianum.



Este ejemplar, propiedad de Carlos Lázaro, pertenece a la variedad nioi, de hoja más pequeña y crecimiento más compacto.

Una exposición que ha merecido la pena ver.
Agradecer a la Asociación de Alcobendas el esfuerzo realizado, y a Marcopolo  de http://www.portalbonsai.com haberme facilitado las fotografías, pues me fui sin cámara y tan ancha... cosas de bloggera novata ;)

Si tu arce seca ramas...

Los síntomas de la marchitez vascular causada por Verticillium sp. suelen quedar limitados a algunas ramas del bonsai. Difícilmente el árbol entero se ve afectado a no ser que se trate de un caso extremo.


Es frecuente ver una rama con apenas crecimiento, con las hojas completamente de formadas, quemadas por las puntas, y enanizadas. Todo ello se debe a una mala circulación de la savia, que impide el desarrollo normal empezando por la nueva brotación y terminando por las hojas más viejas.



En casos más graves el efecto puede desplazarse a toda la planta, pero no es lo común, de manera que observamos partes el árbol con un crecimiento normal incluso vigoroso y ramas enteras con las hojas exageradamente deformadas. Esta enfermedad es frecuente en los arces.

Característico anillo xilemático oscuro producido por el temible hongo Verticillium:



Contra este mal lo mejor es prevenir, antes que tener que curar: cualquier herida de poda importante tanto de ramas como de raíces hay que tratarla con pasta selladora (generalmente vienen con sustancias funguicidas incluidas), no reutilizar los sustratos y lavar muy bien las macetas de plantas infectadas, así como desinfectar las herramientas de poda.

Contra el verticillium instaurado: tratamiento con Beltanol.

Desde luego, que un arce seque alguna rama no es índice seguro de la existencia de este hongo, pero sí es una opción a tener en cuenta, puesto que la reacción temprana es importante en estos casos.

sábado, 2 de abril de 2011

Trasplante en arces

La finalidad del trasplante de los bonsais es doble:
Por una parte, la creación de un sistema radical fibroso y capilar para asegurar la vida del árbol en un espacio muy reducido durante largos años (como motivo prioritario)s y, por otra, la renovación periódica de su medio de vida, o sea, la tierra.
El trasplante se realiza en primavera, cuando las yemas engordan. Las fechas variarán de la zona geográfica, de la ubicación, de la especie (los buergerianum, en general, suelen hinchar yemas un par de semanas antes que los palmatum, por ejemplo) y del ejemplar en particular y su trayectoria vital anterior.
Para los arces jóvenes será necesario el trasplante anual, no así con los que ya lleven tiempo de entrenamiento como bonsai.
Sacaremos el árbol de su maceta, con mucho cuidado, la limpiaremos y desinfectaremos, aunque sólo sea con agua y jabón. La enjuagaremos después con abundante agua fría y la dejaremos secar.
La preparación de la mezcla de tierra es muy particular (lo hemos visto en otros posts del blog) y depende de la zona geográfica, la ubicación del árbol, de si está a pleno sol en verano (aunque recordemos que el arce no debe cultivarse a pleno sol en países cálidos, dado que las hojas se quemarán fácilmente). o de si el suministro de agua es controlado o el árbol está expuesto a la lluvia. En general, la mezcla de tierra deber ser porosa, pero a la vez tiene que tener la capacidad de retener la suficiente humedad. Actualmente, yo utilizo akadama y grava volcánica (al 50%), pero he de estar bastante pendiente del riego.
La mezcla, cualquiera que cada uno decida para sus arces bonsai, no debe encharcarse, para que las raíces no se pudran, por lo cual será interesante también utilizar tres capas de granulometrías diferentes, colocando la de mezcla más gruesa debajo.
Por lo general, los arces crecen bien en  cualquier tipo de suelo de estas características.
Si el prebonsai de arce ha sido correctamente cuidado durante el período de crecimiento anterior al trasplante, la poda de las raíces podrá efectuarse sin temor. Sin embargo, si no está lo suficientemente fuerte y se poda el cepellón demasiado, los nuevos brotes no se desarrollarán con fuerza, y puede que muchos se sequen.
Al sacar el árbol de la maceta observaremos que el cepellón tiene lo que se podría denominar un sistema de raíces estables y otro de raíces muy largas y de color más claro. Son éstas las raíces que han crecido y se han extendido alrededor del interior de la maceta en el año o en los años anteriores.
Lo primero que hay que hacer es peinar estas raíces largas y separarlas del resto del cepellón. Algunas de ellas serán gordas y se ocultarán dentro del mazo de raíces. Será necesario seguirlas y podarlas completamente, lo más cerca de la base del tronco que sea necesario.
Una vez eliminadas estas raíces gruesas, examinaremos la zona del cepellón situada inmediatamente debajo de la base del tronco, limpiando esta parte de tierra con un palillo de los de comida china o similar, o con los dedos si fuera preciso. Con la base del tronco a la vista, se podarán por completo las raíces que salgan directamente de ella. Esto facilitará la creación de un sistema horizontal de raíces, y de un buen nebari en la superficie.
Una vez finalizada la poda de raíces, devolveremos el árbol a su maceta. Es importante anclarlo firmemente con alambre pasado por los agujeros de drenaje o por unos que algunas macetas tienen a tal efecto de la maceta, para que no se mueva hasta que las nuevas raíces lo  anclen a la maceta.
 Lo colocaríamos así:

Vista la maceta desde detrás:



Colocaremos después en la maceta un montoncito de sustrato, acomodando bien sobre el el arce, cuidando de que no queden huecos sin sustrato en la base del árbol, para después asegurarlo firmemente a la maceta ligando los alambres de dos en dos.

Es aconsejable que el tiempo entre poda de raíces no exceda de los dos años, pues éstas se desarrollan tanto que un período más largo originaría un cepellón tan denso y duro, que la operación de poda de raíces resultaría muy difícil. Por otro lado, el tamaño de las hojas puede controlarse ajustando el suministro del abono, por lo que poner sustrato nuevo cada dos años no potencia el crecimiento excesivo del follaje y sí facilita la consecución de un cepellón de raíces finas.
Después de asegurar bien los alambres, iremos añadiendo sustrato hasta rellenar de sobra la maceta, pues después, con un palillo, procederemos a remover el sustrato para provocar que se vaya rellenando bien y asentándose.
Para ello introduciremos el palillo por la punta realizando un leve movimiento de muñeca y empujando el sustrato a rellenar los "huecos" así provocados. Es importante dedicar bastante tiempo a este proceso de palilleo, para que la maceta quede bien rellena y el árbol esté bien inmerso y seguro en el nuevo sustrato.
Para finalizar, aplastaremos el sustrato en su superficie ligeramente, ayudándonos de un pequeño bloque de madera si no tenemos herramienta para tal fin.
Después del trasplante regaremos profusamente el bonsai hasta que salga agua limpia por los agujeros de drenaje.
Por supuesto, no empezaremos a abonar un árbol recién trasplantado hasta que la brotación esté desarrollada. También hay que tener en cuenta que un árbol que acaba de sufrir una poda de raíces y un trasplante no está en la plenitud de sus fuerzas, por lo que, si hubiese una caída brusca de temperatura, por debajo de 1ºC, habría que proteger al arce. Esto significa que los meses entre febrero y mayo pueden ser problemáticos, y se requiere una vigilancia especial para salvar los peligros de las heladas.

viernes, 1 de abril de 2011

Acer palmatum. Subespecies, grupos y variedades.

En la actualidad hay tres subespecies de Acer Palmatum: palmatum, amoenun (momiji), y matsumurae(yama momiji).

Hay más de 250 variedades y cultivares de Acer Palmatum, divididos en siete grupos: amoenum, palmatum, matsumurae, linearilobum, dissectum, dwarf, y otros.


Las hojas del acer palmatum de la subespecie amoenum (momiji en japonés) miden de 7 a 10 cm., divididas en 7 lóbulos, y tienen el borde finamente dentado.


Las de los acer palmatum subespecie matsumurae (yama momiji)son más largas que las de la subespecie palmatum y están divididas de 7 a 9 lóbulos, con los bordes dentados de forma irregular.








Por su parte, las hojas de los acer palmatum de la subespecie palmatum miden de 3 a 6 cm., divididas de 5 a 7 lóbulos, y tienen un borde irregular doblemente aserrado.


Hay más de 250 variedades y cultivares de Acer palmatum divididos en 7 grupos:
Amoenum.
Palmatum.
Matsumurae.
Linearilobum.
Dissectum.
Dwarf.
Otros.

Grupo Amoenum:
- la variedad osakazuki, con hojas de color verde oscuro, con 7 lóbulos. Cuando son jóvenes son de color rosa-marrón, luego amarillo-marrón hasta llegar al verde durante el verano, y al llegar el otoño son de color naranja a carmín. Probablemente es uno de los más bellos cultivares de Acer palmatum en otoño.

Grupo Palmatum:
- la variedad aoyagi (ukon), que en japonés significa "coral verde" ("ao" = verde y "yagi" = coral), con hojas de color verde lima en verano y amarillas en otoño. Se le considera el compañero de color "verde" de la variedad sangokaku.

- la variedad arakawa, que en japonés significa "tronco rugoso", con las hojas amarillas en otoño y verdes el resto del año, con la corteza del tronco de textura rugosa y acorchada.

- la variedad atropurpureum (tanabata), con hojas de color rojo oscuro hasta el otoño, doblemente aserradas.

- la variedad chishio, que significa "sangre", con hojas de color carmín cuando brota en primavera, verde en verano y naranja-escarlata en otoño.

- la variedad deshojo, bastante conocida, con hojas de color rojo carmín en primavera que se transforman en verdes con un tono rojizo o bronce.

- la variedad kagiri nishiki (kagiri o roseo-marginatum) de hojas bastante pequeñas, de 5 a 7 lóbulos, de color verde con borde de color blanco o rosa variegado y aserrado de forma irregular.

- la variedad sango kaku o senkaki. Sangokaku significa "torre de coral" y tiene la corteza de los brotes jóvenes de color rojo brillante como el coral, con hojas de color verde claro, color rosa cuando brotan y naranja a rojo claro en otoño. En ocasiones se le confunde con la variedad corallinum, pero son variedades diferentes.

- la variedad seigai, con hojas de color rojo púrpura, rosa oscuro o bronce durante la primavera, verdes durante el verano y de tonos rojo fuego durante el otoño. En ocasiones se le confunde con la variedad seigen.

Grupo Matsumurae:
- variedad beni shi en: con hojas de color rojo rosado cuando brotan y luego cambian al púrpura y luego al verde, pasando por el amarillo. Al final del verano y comienzo del otoño las hojas toman color dorado con los bordes variegados en rosa.

Grupo Dissectum:
- la variedad disectum (matsukaze), con hojas de color verde de 7 lóbulos, que se tornan amarillas en otoño, con la silueta finamente dibujada y dividida.

- la variedad disectum atropurpureum o disectum ornatum (akai-washino-o),cuyas hojas aparecen primero de color rojo-marrón y luego verde-marrón claro, con la silueta finamente dibujada y dividida.

- la variedad disectum garnet, o simplemente garnet, con hojas de color rojo púrpura oscuro o rojo granate, y la silueta finamente dibujada y dividida.

Grupo Dwarf:

- la variedad seigen (foto izq.), con hojas de color carmesí en primavera, verdes en verano y amarillas en otoño.

- la variedad kashima, en la cual las hojas cuando brotan son de color verde amarillento con los bordes de color carmín o rosado, y luego en otoño se transforma en tonos amarillos.